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Pese al temor a lo desconocido,el grupo de exploración continua avanzando a través de la densa Cholganna. Se trata de un entorno verdaderamente salvaje al que pocos están acostumbrados a enfrentarse. Su camino les lleva a un Valle largo y estrecho, sinuoso y de similar vegetación al entorno selvático y desde el que resulta visible un pequeño río. Un dique rocoso en el borde sur crea un lago oblongo de gran tamaño. Después de un momento, se dan cuenta de que el dique está compuesto en realidad por los restos oxidados de una astronave, de una parte de ella, y acaban descubriendo que el Valle tiene su apariencia actual a causa de haber sido el punto de aterrizaje de emergencia de una parte de la Sa Nalaor.
El agua pasa por enormes agujeros en el casco. Atravesando cubiertas y motores, entre otros puntos de salida, hasta caer formando una serie de cascadas naturales. La densa jungla cubrió el lugar pocos meses después del impacto. Una vez inspeccionan la zona observan en la otra orilla un bote que parece haber sido fabricado con restos de la nave, además constatan que la Sa Nalaor quedó dividida en dos partes. Buena parte de la sección de motores de popa encajada en la parte más estrecha del valle, entre dos afloramientos rocosos. Ésta bloqueó el pequeño río del valle, creando un lago.
El accidente prendió fuego al valle, cómo dan a entender las distintas señales como las rocas tiznadas situadas en las zonas alrededor de los restos. Pero no ha sido sólo la jungla la que ha cubierto los restos de la nave, si no que unos superviventes han debido intentar ocultar su presencia mediante camuflajes improvisados. De hecho encuentran un abandonado campamento compuesto por ruinas cubiertas de maleza de un grupo de chabolas,zonas de fogatas, rodeadas de rocas y estructuras similares. el antiguo campamento debió albergar a un grupo de unos 30 - 35 supervivientes, y un cementerio improvisado de una veintena de tumbas en las que no identifican el nombre del padre de Reom.
Inspeccionan los restos del fuselaje pero sólo hayan señales e indicios de que hace tiempo que no pasan por allí y que debieron hacer un intensivo saqueo con lo que había en la nave. La semilla de "haber llegado cuando ya se han comido la tarta" se siembra entre los contrabandistas y temen no haber sido los primeros.
Mientras avanzan rumbo a la parte principal del casco un grupo de tres pulpos arborícolas acechan ocultos y enrollados alrededor de ramas bajas y troncos hasta que sorprenden a los cazarecompensas cayéndoles encima. los cuatro pulpos tratan de hacer presa pero la agilidad y acierto de de los blaster los eliminan en poco tiempo. Confiado, el grupo continua avanzando y cae en la emboscada de una manada de Nexus que los acorralan poniéndoles en serios apuros. Necrobeer y Kronen caen fuertemente heridos aunque afortunadamente un cambio de estrategia acaba por darles el respiro suficiente como para acabar con los nexus y dar primeros auxilio a los compañeros caídos.
Una vez sanaron heridas y descansaron sus músculos en un refugio en el que hicieron guardia, al amanecer continuaron su camino hasta que llegaron a los restos principales de la Sa Nalaor. Exploraron el Pecio, evidentemente camuflado por alguien, observan también que ha sufrido el desmontaje de distintas partes de la misma. largos corredores ennegrecidos por el fuego, agua fruto de la condensación, musgo y limo colgando de escalones y repartido por las cubiertas. Visitan la sala de control de sensores pero de ella sólo quedan computadoras quemadas y corroídas, así como fragmentos y piezas frutos de una explosión. En la torre del puente de mando hallan musgo y enredaderas, además de extrañas plantas en floración. las consolas y aparatos eléctricos han sido retirados de sus alojamientos. al inspeccionar de manera detallada descubren un holoproyector, que aún funciona, tras investigarlo descubren que su contenido ha sido editado, de manera que piensan que ha sido puesto para convencer a cualquier explorador de que la tripulación murió. Continúan explorando los restos hasta que desde un saliente distinguen en el paisaje de una alta colina una torre vigía. Los supervivientes deben andar por ahí piensa el grupo que decide poner rumbo hacia la torre.
Mientras avanzan rumbo a la parte principal del casco un grupo de tres pulpos arborícolas acechan ocultos y enrollados alrededor de ramas bajas y troncos hasta que sorprenden a los cazarecompensas cayéndoles encima. los cuatro pulpos tratan de hacer presa pero la agilidad y acierto de de los blaster los eliminan en poco tiempo. Confiado, el grupo continua avanzando y cae en la emboscada de una manada de Nexus que los acorralan poniéndoles en serios apuros. Necrobeer y Kronen caen fuertemente heridos aunque afortunadamente un cambio de estrategia acaba por darles el respiro suficiente como para acabar con los nexus y dar primeros auxilio a los compañeros caídos.
Una vez sanaron heridas y descansaron sus músculos en un refugio en el que hicieron guardia, al amanecer continuaron su camino hasta que llegaron a los restos principales de la Sa Nalaor. Exploraron el Pecio, evidentemente camuflado por alguien, observan también que ha sufrido el desmontaje de distintas partes de la misma. largos corredores ennegrecidos por el fuego, agua fruto de la condensación, musgo y limo colgando de escalones y repartido por las cubiertas. Visitan la sala de control de sensores pero de ella sólo quedan computadoras quemadas y corroídas, así como fragmentos y piezas frutos de una explosión. En la torre del puente de mando hallan musgo y enredaderas, además de extrañas plantas en floración. las consolas y aparatos eléctricos han sido retirados de sus alojamientos. al inspeccionar de manera detallada descubren un holoproyector, que aún funciona, tras investigarlo descubren que su contenido ha sido editado, de manera que piensan que ha sido puesto para convencer a cualquier explorador de que la tripulación murió. Continúan explorando los restos hasta que desde un saliente distinguen en el paisaje de una alta colina una torre vigía. Los supervivientes deben andar por ahí piensa el grupo que decide poner rumbo hacia la torre.
